Qué necesitas saber

Los Trastornos de la Conducta Alimentaria (TCA) son trastornos psicológicos graves que se manifiestan a través de la ingesta alimentaria y una obsesión por el control de peso y la imagen corporal. Están originados por múltiples causas de carácter biológico, psicológico, familiar o sociocultural.

Los TCA son enfermedades que provocan alteraciones tanto a nivel físico como mental. Para su recuperación es esencial un tratamiento multidisciplinar, con profesionales especializados que traten a la persona afectada sin ignorar a su entorno (familia, pareja, amistades…)

Los TCA más conocidos y comunes son la anorexia nerviosa (AN), la bulimia nerviosa (BN) y el trastorno por atracón (TA) pero también existen otros trastornos que se podrían incluir como la ortorexia (obsesión por la comida sana) y la vigorexia (obsesión por conseguir un cuerpo musculoso).

Anorexia nerviosa (AN)

Se distingue por la restricción de comida por parte del enfermo y el miedo obsesivo a engordar.
Es un TCA que se caracteriza por la pérdida de peso autoinducida, acompañada por una distorsión de la imagen corporal que lleva a la persona afectada a dietas restrictivas, ejercicio excesivo, vómitos o laxantes.

Bulimia nerviosa (BN)

La bulimia nerviosa comparte muchos rasgos psicológicos con la anorexia nerviosa como una excesiva preocupación por la silueta y el peso. Se caracteriza por la ingesta excesiva y sin control de alimento en un breve periodo de tiempo (atracón), seguido de una conducta compensatoria, como ayuno, vómito, ejercicio excesivo y/o laxantes.

Trastorno por atracón (TA)

El trastorno por atracón consiste en la ingesta frecuente de gran cantidad de alimento de alto valor calórico, con falta de control y sentimientos de culpa. En este trastorno no hay conductas compensatorias. La práctica continua puede llevar a la obesidad.

Trastorno no específico (TCANE)

Es un trastorno que no cumple todos los criterios diagnósticos de alguno de los anteriormente citados, pero este hecho no le resta gravedad, ni significa que no necesite tratamiento.


Síntomas y signos más habituales a tener en cuenta:

  • Cambios de humor y comportamiento.
  • Aumento o disminución del peso.
  • Sentimiento de culpabilidad tras las comidas.
  • Baja autoestima.
  • Hacer ejercicio físico en exceso.
  • Práctica del vómito autoinducido y consumo de laxantes y diuréticos.
  • Abuso de dietas restrictivas.
  • Síntomas físicos de desnutrición: desaparición del ciclo menstrual, estreñimiento, mareos, caída del cabello.
  • Sensación de descontrol y ansiedad.
  • Comportamientos alimentarios extraños: velocidad inadecuada de ingesta, variación de las cantidades, levantarse de la mesa, esconder comida…
  • Esconder el cuerpo con ropa holgada.
  • Alteración del rendimiento académico o laboral.
  • Aislamiento social.